Este sistema de amarrar los barcos en los puertos deportivos está muy difundido en las costas del Mediterráneo y en algunas otras partes del mundo en las que las mareas no son muy importantes y lleva consigo una serie de técnicas especiales En este tipo de amarre el barco queda de popa al muelle y con la proa sujeta hacia afuera mediante un ancla que se fondear atracar o mediante un muerto previamente dispuesto. Estos puestos de atraque suelen tener poco sitio, pero la operación de amarre se simplifica en cierta medida porque no suelen existir corrientes.
Por tanto, es realmente una cuestión de entrar marcha atrás en el hueco libre, controlando el desplazamiento del barco con el cable del ancla o con el cabo del muerto. Estos amarres suelen tener una boya que se recoge al aproximarse al puesto de atraque, luego se hace firme a ella un cabo y finalmente se hace girar al barco hasta que la popa se enfila con el hueco libre en el que queremos atracar al espigón. El paso siguiente es ir afilando cabo a medida que mete el barco a motor y corregir su posición con uno u otro motor. Si todo va bien, barco debe deslizarse sin problemas en el hueco libre, aunque es muy recomendable colocar defensas a ambas bandas. Si el barco se desvía, solo hay que halarse de la amarra de proa y el barco se enderezó en seguida. Por otra parte, siempre pode dar una palada avante con los motores para sacar el barco volver a empezar la operación de nuevo Meter un barco de popa en un puesto libre esta manera requiere un poco de práctica por todo parece al revés.
Es el tipo de maniobras que querremos mar abierta antes de intentarlas de verdad. Algunos cruceros de motor pueden tener además problemas de visibilidad para ver lo que ocurre a popa desde el puesto de mando. Habrá que confiar entonces en un miembro de tripulación que nos guíe Si tenemos que hacer uso de nuestra ancha en lugar de utilizar una boya de amarre para cabo de proa, entonces hará falta un poco mas de habilidad. Lo más importante es dejar caer el ancla exactamente la altura del puesto de atraque que queremos ocupar. Si no lo hacemos así, no solo tendremos una tracción desequilibrada al dejarnos caer desde el lugar de fondeo, sino que es probable que nuestra ancla se enrede con as de los barcos de los atraques cercanos. Una vez dejamos caer el ancla hay que meter el barco marcha atrás en el hueco libre del mismo modo que si estuviésemos utilizando la boya de amarre y hacer firmes las amarras del muelle. y siempre ten un extintor náutico a mano que puedes comprar en la tienda náutica http://barcos.online
Existe un tercer sistema que se emplea en algunos puertos. En él hay que meter el barco marcha atrás en el hueco libre sin utilizar ningún cabo por proa. Esto requiere más habilidad, porque el barco se maneja solo con los motores, pero si lo enfilamos correctamente a la primera, no debería ser demasiado difícil dar simplemente un poco de marcha atrás y deslizarlo en el hueco libre. En este tipo de amarre, el barco que abandona el puesto deja el cabo de proa sobre el muelle al zarpar. Una vez estemos nosotros dentro del atraque, se toma este cabo y se pasa a lo largo del barco hacia proa, se entra de él y se hace firme proa. Estaremos entonces, de hecho, en la misma posición que en los otros sistemas de amarre aunque lo habremos conseguido por otro procedimiento.