Para llegar a Santiago existen muchos caminos posibles, pero hay uno en especial que es muy singular por poco conocido que resulta, y además por su excelente trazado.

Este camino puede brindar la posibilidad de una forma diferente a lo acostumbrado, presentando un ambiente de travesías en playas, acantilados, bosques y muchos otros escenarios increíbles.

Este es el Camino de Santiago portugués por la costa, es una de las rutas de peregrinaje más conocidas en el mundo, pero está detrás del famoso emblema que es el camino francés.

Sin embargo, ya que cada viajero empieza el sendero desde diferentes lugares y sitios, este ofrece una variación, resulta que este camino era utilizado por los portugueses en la edad media.

El Camino de los Portugueses

Este era usado por los portugueses que llegaban en los barcos hasta la costa, hoy en día el Camino de Santiago portugués por la costa aún empieza en la ciudad de Oporto, recorriendo toda la costa norte portuguesa, cruzando en Caminha el río Miño a Galicia, y terminando en Redondela.

Desde esta ruta hasta Santiago hay unos 280 kilómetros, los cuales se pueden organizar en trece etapas si la persona lo desea; sino puede acortarse en ocho etapas hasta llegar a Compostela.

Para el peregrinaje todos los caminos ofrecen una experiencia única, pero, no hay duda de que este ofrece una particular con ir una buena parte del viaje al lado del mar.

El Camino de Santiago portugués por la costa no solo ofrece un paseo al lado del mar, sino también caminar junto a monasterios espectaculares, formaciones de rocas, y una vista que puede llegar a reconfortar hasta a la persona con el animo más agotado.

Este es un sendero que sin dudas puede llevar al peregrino por veredas que un viajero tradicional en auto no podría ver.

También ofrece al fanático tradicional del Camino de Santiago, una experiencia completamente diferente a la del camino francés e incluso más que la del camino dramático de la costa del cantábrico del norte; este sendero es famoso a nivel mundial por su belleza, debido a los paisajes marítimos, rocosos y boscosos.

Todo esto puede no solo ser un buen lugar para la peregrinación, sino también un atractivo sitio turístico para las personas que no hacen peregrinaje.

Además resulta ser un buen sitio para compartir tanto con amigos como familiares, y conocer nuevas personas en un viaje que deslumbra a los viajeros con los increíbles paisajes naturales que muestra.

Por Carmen

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